miércoles, 15 de febrero de 2012

Nos han "fastidiao"

Yo no soy un gurú, dicen algunos justo antes de empezar su intervención ante una audiencia ávida de conocimientos. ¡Claro! ¡Nos han “fastidiao”! Pero bien que estás aquí haciéndote el entendido y tuiteando como un loco tu recorrido desde la T4 hasta el salón de actos del pueblo que toque ese día como si fueras el PR de Madonna anunciando su llegada (en el caso de Madonna se puede decir advenimiento).
Yo no soy un gurú pero como emprendedor social, tuitero, blogger y ponente, me he hecho unas tarjetas de Consultor que no se las salta un gitano.
Yo no soy un gurú pero pongo en mi currículum las horas en las que le he estado dando al Keynote, qué nota.
Yo no soy un gurú pero cuando me piden la bio para ilustrar el programa de actos empiezo con un “Experto en Lo Que Se Tercie”, lo que constatan mis tres años de experiencia en Lo Que Se Tercie.
Odio a los gurús, porque son gente muy estirada, que van de sabiondos y no tienen esta cercanía dospuntoceril y este colegueo que yo me gasto con mis seguidores, que -por otra parte- cuento por decenas de miles.
Los gurús dicen que saben cosas y yo sé que nadie sabe nada a ciencia cierta porque esto es un cuadro que estamos pintando entre todos y sólo el que fue a comprar el lienzo, el que tiene los colores y un señor de California con su pincel, tienen una visión realmente avanzada del asunto.
Yo no soy un gurú porque no he firmado ni una sola iniciativa relevante en el mundo del Social Media más allá del concurso que hice en Instagram, el evento que monté para que me amplificaran un montón aquella presentación y los vídeos que mis amigos me graban hablando del buen ambiente que se respira “en esta cita tan importante para el sector”.
No soy un gurú, pero tengo un mínimo de diez documentos publicados con encabezamientos que incluyen los términos “Las 10 tendencias para”, “¿Será este el año de?”, “Los errores más comunes en”, “¿Cómo afrontar una crisis de?” o “Las claves del nuevo algo”.
Yo, que sí soy una referencia de lo mío, que es decir lo que me da la gana en mi blog para mis cinco fans, os aseguro que el Social Media es un grandísimo negocio porque es de los pocos que se alimenta de sí mismo. El contenido, la materia prima, la generas a coste 0 (vale, 0,15, pongamos), la distribuyes a coste 1 y la cobras a 10 porque, como sabio que eres, te mueres por democratizar la disciplina que tú mismo vas construyendo. Como las batas de Amancio Ortega pero en digital. Una bicoca, oiga.